Algunos creen que son simplemente una moda o un juguete publicitario
que utilizan algunas marcas para parece más tecnologizadas de lo que realmente son pero
la verdad es que los CÓDIGOS QR son una evolución necesaria en el mundo de los códigos de
barra y llegaron para quedarse.
Cada día serán más comunes en nuestras vidas y mientras antes
empecemos a acostumbrarnos a eso, antes podremos aprovechar sus beneficios.
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Los clásicos y tradicionales
códigos de barras que vemos en prácticamente todos los productos que
compramos fueron inventados en Estados Unidos en 1952, pero no fue hasta
mediados de la década de los 80 que se empezaron a hacer populares. Hoy más de
un 85% de todos los productos del mundo vienen con su código de barras impreso.
Uno de los lugares donde más vemos su beneficio es en los supermercados, que en
vez de ingresar manualmente el precio de cada producto al pasar por caja, ahora
sólo lo deslizan sobre un lector láser que automáticamente lo identifica,
agregándolo a nuestra cuenta y descontándolo del inventario.
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Sin embargo,
los códigos de barra tradicionales son muy limitados, pudiendo contener sólo
una secuencia de números muy corta y más encima no tienen un sistema de
corrección de errores — razón por la cual vemos a las cajeras intentando pasar
un producto múltiples veces por el lector para finalmente desistir e ingresar
manualmente la secuencia de números.
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Ahí es dónde
aparecen los japoneses con una solución: El código QR. “QR” por las siglas en inglés de “Quick Response” o “Respuesta Rápida”, diseñado
especialmente para que funcione de manera inmediata. Pero de nada sirve algo
rápido si tienes que intentar pasarlo múltiples veces por un lector, por lo que
también cuenta con un sistema de corrección de errores.
Eso
significa que si alguna parte del código está manchado, dañado o doblado, el
lector debiera ser capaz de interpretarlo de igual manera. ¡Pero eso no es todo! Adicionalmente, al ser bidimensional (es decir,
tiene un patrón de arriba a abajo así como de izquierda a derecha), se
multiplica la cantidad de información que puede contener: 7.000 dígitos, 4.000
letras (casi todo
el contenido de esta columna) o una imagen o archivo de hasta 3KB.
interpretar el código,
Una vez que nos damos cuenta que cualquier persona con un
celular puede hacer uso de un código QR, ya no son sólo los productos del
supermercado son los que pueden ir marcados. Publicidades y afiches,
señales en las calles, tarjetas de presentación, y medios impresos se pueden
hacer más útiles y funcionales al agregarles códigos QR.
Algunos pueden ser soluciones literales, cómo incluir la
información de contacto en tu tarjeta de presentación como código QR
permitiendo que te agreguen a la lista de contactos del celular con una sola
foto de tu tarjeta, o un código QR con el texto completo del Poema 20 de Pablo
Neruda; aunque otras soluciones pueden ser más creativas.
Victoria’s Secret, una marca de ropa interior femenina de
Estados Unidos, hizo una campaña hace poco donde sus famosas modelos aparecían
en avisos monumentales con nada más que un código QR tapando sus partes “interesantes”.Si
algún curioso quería ver lo que había debajo, sólo tenía que tomarle una foto
con su celular y el código lo llevaba a una página web dónde podía ver la foto
sin censura — aunque debajo, obviamente, estaban con ropa interior.
En Chile , hace ya casi un año , la cadena de supermercados Jumbo lanzó un servicio que
te permite realizar las compras
desde tu celular de una forma muy ingeniosa. Imitando una
experiencia realizada en Corea del Sur, pusieron grandes avisos en las
estaciones de Metro que replicaban una góndola de supermercado con una
selección de productos. Debajo de cada producto, al lado del precio, estaba un
código QR. Con una sola foto a cada código, podías realizar tu lista de compras
y realizar el pedido directamente desde el celular.